Soy una persona que suele trabajar por sus sueños y realizar sus planes. No me importa si tengo que hacerlo sola o si es algo muy excepcional. Cuando es algo que realmente quiero hacer, me da igual la opinión de los otros. Me da confianza en mí misma cuando hago estas cosas, ya que me siento muy fuerte y capaz de excederme.
Mañana voy a ver al hombre con quien voy a pasar tiempo estudiando finlandés y español esta primavera y tengo que admitir, estoy muy nerviosa. Sé que mis conocimientos en español no son malos, pero estoy segura que hay mucho que tengo que aprender. De todos modos, nunca he tenido oportunidades de usar mi capacidad para aprender más. Sí, hemos hablado en español en las clases y he tenido conversaciones con mis profesores pero es algo muy diferente hablar sobre las tareas y usar el lenguaje como un medio de comunicación. Eso es lo que me preocupa, ¿qué haré si no puedo hacerlo?
Usualmente tengo mucha confianza con las lenguas, siempre he sido la mejor en las clases, hasta obtuve la mejor calificación de los exámenes finales en bachillerato (no es fácil, les aseguro). Sin embargo, con español es diferente. Me encantaría hablar con fluidez y quizás esto me impide tratar: no quiero cometer errores. Es estúpido, lo sé.
Mi objetivo para esta primavera es dejar este miedo tonto y aprender a tener confianza en mí con la lengua. Tengo tantos recursos que sería una idiota si no los aprovechara.
Ahora voy a continuar leyendo un libro español para que mi cabeza esté en la frecuencia correcta para mañana.
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